Este
viernes
comenzó
en
la
Cámara
Décima
del
Crimen
de
Córdoba
el
juicio
contra
Edgar
Adhemar
Bacchiani,
titular
de
la
financiera
Adhemar
Capital
SRL,
acusado
de
liderar
una
estafa
piramidal
a
través
de
supuestas
inversiones
en
criptomonedas.
La
causa,
que
reúne
49
denuncias,
lo
señala
como
el
responsable
de
captar
millones
de
dólares
de
inversores
con
la
promesa
de
retornos
exorbitantes
que
nunca
fueron
pagados.
Bacchiani
enfrenta
cargos
por
estafa,
asociación
ilícita,
intermediación
financiera
no
autorizada
y
lavado
de
activos.
Su
empresa,
que
tenía
su
sede
central
en
Catamarca,
contaba
con
sucursales
en
Córdoba,
Tucumán
y
otras
provincias,
y
operaba
con
un
modelo
que
atrajo
a
cientos
de
inversores
con
la
promesa
de
obtener
intereses
mensuales
de
entre
el
13%
y
el
18%
en
dólares.
Según
la
fiscal
del
caso,
Valeria
Rissi,
la
maniobra
de
Bacchiani
consistía
en
captar
clientes
para
que
depositaran
grandes
sumas
de
dinero
bajo
el
compromiso
de
invertirlas
en
criptodivisas.
Sin
embargo,
desde
2020
hasta
2022,
ni
los
intereses
prometidos
ni
el
capital
invertido
fueron
devueltos.
Los
montos
afectados
por
la
presunta
estafa
ascienden,
en
algunos
casos,
a
200.000
dólares
por
damnificado.
Una
estrategia
de
defensa
sin
fundamentos
La
defensa
del
financista
intenta
desestimar
la
acusación
argumentando
que
Bacchiani
no
cometió
una
estafa,
sino
un
incumplimiento
contractual,
y
que
el
acusado
no
tuvo
contacto
directo
con
los
inversionistas.
Sin
embargo,
la
justicia
sostiene
que
existen
pruebas
suficientes
para
considerar
que
la
maniobra
tenía
intención
fraudulenta
desde
el
inicio,
lo
que
configura
un
delito
penal
y
no
solo
un
incumplimiento
comercial.
El
juez
Peralta
concluyó
que
hay
fuertes
indicios
de
que
Bacchiani
nunca
tuvo
la
intención
de
cumplir
con
las
obligaciones
asumidas,
por
lo
que
la
causa
avanza
bajo
la
figura
de
estafa
y
no
como
un
simple
conflicto
contractual.
El
juicio
promete
ser
extenso
y
determinará
si
Bacchiani
montó
un
esquema
fraudulento
con
Adhemar
Capital
o
si,
como
sostiene
su
defensa,
solo
se
trató
de
un
negocio
fallido.
Mientras
tanto,
las
víctimas
siguen
esperando
respuestas
y,
sobre
todo,
la
recuperación
de
sus
inversiones.
Fuente:
Cba24n