Selva, mosquitos y tres argentinos en el Gran Chaco sobreviviendo casi un mes desnudos

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2

El

reality

más
extremo
estrena
hoy
una
nueva
versión
latinoamericana
en
la
plataforma
de
streaming
Max,
con
dos
particularidades:
esta
vez


Supervivencia
al
desnudo
Latinoamérica

se
hizo

escenarios
salvajes
del
Gran
Chaco
argentino

y

tres
compatriotas
se
animaron
a
enfrentar
desafíos

nunca
antes
vistos.
La
tercera
edición
de
la
versión
latina
se
estrenará,
además,
en
la
pantalla
de
Discovery
el
jueves
13
de
febrero
a
las
22,
poniendo
en
condiciones
desventajosas
a
10
valientes
latinoamericanos
provenientes
de
México,
Argentina
y
Colombia,
puestos
a
colaborar
en
equipos
de
dos
personas
que
tuvieron
que
sobrevivir
sin
usar
ropa
durante
21
días
en
esa
zona
agreste,
enfrentando
desafíos
físicos
y
emocionales
que
intentaron
superar
construyendo
refugios,
buscando
alimento
y
lidiando
con
las
hostilidades
de
la
naturaleza. 

0207_supervivenciadesnudo
Estela
y
su
compañero
Gustavo.
  • Los
    argentinos
    son

    Facundo

    (40
    años):
    exfutbolista,
    salvavidas,
    maestro
    y
    psicólogo.
    Disfruta
    de
    liderar,
    es
    competitivo
    y
    busca
    mejorar
    sus
    habilidades
    de
    supervivencia. 

  • Estela

    (38
    años):
    comerciante
    y
    guía
    de
    montaña.
    Es
    determinada,
    perseverante
    y
    posee
    una
    gran
    fortaleza
    mental. 

  • Ana
    Lis

    (30
    años):
    paramédica
    y
    experta
    en
    campismo.
    Es
    determinada,
    fuerte
    y
    comunicativa,
    lo
    que
    la
    convierte
    en
    una
    gran
    compañera
    de
    equipo. 

Según
revelaron
los
tres
en
una
entrevista
exclusiva
con
revista
Weekend,
eran
fanáticos
del
programa
antes
de
aprovechar
la
oportunidad
de
anotarse
para
participar.
“Ni
lo
dudé
-e
xplicó
Estela
porque
sentía
que
era
como
la
culminación
de
demostrar
que
todo
lo
que
me
había
pasado.
Desde
chiquita
tuve
muchísimas
dificultades
en
mi
vida,
desde
un
accidente
casi
fatal
a
otras
cosas
personales,
muy
fuertes.
Soy
de
esas
personas
que
creen
que
cada
objetivo,
cada
cosa
que
te
pasa,
te
prepara
para
algo
más
grande.
Sentía
que
todo
lo
que
me
venía
pasando
me
estaba
preparando
para
este
desafío,
en
el
que
me
propuse
buscar
respuestas
de
quién
era
yo
en
realidad.
Y
también
para
tener
la
fuerza
de
tomar
decisiones
por

y
para
mí,
porque
toda
mi
vida
había
tomado
decisiones
por
el
resto.

Se
convirtió
en
algo
muy
personal”
.
Ana
Lis
aseguró
que
su
“principal
motivación
fue
mi
familia.
Estaba
viviendo
en
Santiago
de
Chile,
habiendo
nacido
en
el
monte.
Es
una
gran
urbe
y

mi
cabeza
necesitaba
volver
a
lo
mío,
al
monte
,
y
me
ayudó
mucho.
En
mi
familia
somos
todos
muy
de
la
de
la
aventura,
de
la
caza,
de
la
pesca
(siempre
responsable)
y
fue
una
oportunidad
que
no
quise
dejar
pasar
“.

0207_supervivenciadesnudo

Facundo
reconoce
tener
un “perfil
rodante,
aventurero.
Me
gusta
estar
en
la
naturaleza,
me
gusta
mucho
la
pesca
y
considero
que
este
desafío
lleva
al
máximo
lo
que
un
ser
humano
puede
puede
atravesar,
afrontar
y
intentar
superar.
Mi
balance
es
que

si
nos
das
elementos
y
nos
sacás
la
ropa,
te
hacemos
un
campamento
en
cualquier
lugar
del
mundo.

Y
encima
la
vas
a
pasar
bien.
Realmente
es
otra
cosa
estar
ahí,
desnudo,
descalzo
y
tener
que
recurrir
a
la
fortaleza
mental,
que
es
lo
que
creo
que
en
momentos
clave
que
determina
que
algunas
personas
lo
superen
el
desafío
y
otras
no”.

Ana
Lis
coincide
con
sus
compañeros
en
que
el
balance
fue
positivo,
“aunque
cuando
veo
los
capítulos
se
me
revuelve
todo,
me
acuerdo
de
lo
mal
que
la
pasé.
Igualmente
que
creo
que

es
una
experiencia
que
todos
deberíamos
vivir
para
darnos
cuenta
de
lo
rodeados
de
lujos
que
estamos”.

Sobreviviendo
con
el
cuerpo
y
la
mente

“Nada
te
prepara
para
ese
momento,
para
solucionar
cosas
que
en
la
vida
cotidiana
no
estamos
acostumbrados
a
resolver.
No
estamos
pensando
cómo
voy
a
conseguir
mi
agua
o
qué
voy
a
cenar
esta
noche.
Ahí
era
era
algo
bastante
complicado”
,
aclara
Estela.
Es
que
estaban
en
la
selva
del
Chaco,
donde
hay
variedad
de
mosquitos
y
ellos
sin
la
protección
de
la
ropa,
sólo
con
un
bolsito. “Al
bolsito
lo
usaba
en
el
momento
en
que
era
necesario,
así
que
me
los
sacaba
de
noche
porque
era
más
cómodo
para
hacer
algunas
cosas.
Es
cierto
que
me
fui
preparando
mentalmente
para
enfrentar
a
los
mosquitos
cosas,
digamos.
Me
picaron
por
todos
lados
pero
no
me
afectó
tanto.
Entre
las
5
y
las
6
de
la
mañana
aparecían
unos
chiquititos
que
te
hacían
sangrar,
sobre
todo
en
los
pies
“.Parecería
que
para

Ana
Lis

fue
más
fácil
porque

nació
en
Entre
Ríos,
a
10
horas
de
Formosa
,
y
comparten
una
flora
y
una
fauna
similar, “pero
con
la
humedad
se
complicaba
haber
fuego
por
fricción.
Además
de
mosquitos

padecimos
las
picaduras
de
jejenes,
polvorines,
tábanos
y
una
mosca
negra
que
te
picaba
y
te
dejaba
sangrando
,
que
la
gente
que
lee
Weekend
la
va
a
conocer
porque
está
en
en
los
ríos,
en
el
Paraná,
en
el
Uruguay,
en
todas
partes.

Yo
había
convivido
con
esos
bichos
toda
mi
vida
pero
bañada
en
repelente.

Soy
experta
en
campamentismo
pero
estar
en
el
Chaco
de
Formosa,
desnuda
y
sin
ningún
tipo
de
protección,
me
hizo
probar
todas
las
técnicas
que
se
me
ocurrieron:
mezclé
salvia
con
ceniza,
con
barro,
con
pis,
me
lo
pasé
por
todo
el
cuerpo
y
me
comieron
igual”.

Y
Estela
completa: “Lo
peor
era
a
la
noche,

porque
durante
el
día
estabas
haciendo
cosas,
entretenida
más
allá
de
que
algo
te
pica,
porque
ocupabas
la
cabeza
en
otra
cosa.
Pero
a
la
noche,
cuando
tratás
de
relajarte
y
descansar
en
cuerpo
de
todo
lo
que
viviste
en
la
jornada,
era más
intenso
y
no
te
dejaba
pensar
en
otra
cosa
que
no
fuera
en
la
picazón”.

0207_supervivenciadesnudo

¿Cómo
logró
cada
uno
superar
los
momentos
de
flaqueza?
“En
mi
caso
fue
recordando
siempre
por
qué
estaba
ahí
y
qué
estaba
buscando

-exclama
Estela-

Todo
el
tiempo
me
hacía
la
pregunta
de
por
qué
estaba
ahí,
que
buscaba.
Era
como
el
punto
de
inflexión
para
decidir
si
seguir
o
parar.
Todos
nos
lo
planteamos
en
algún
momento
“.
Para
Facu,
“la
parte
de
comodidades
fue
bastante
trabajada
y
me
fue
bien,
pero
hubo
algo
que
no
me
esperaba,
que
era

la
percepción
del
riesgo
de
muerte
.
Así
que
que
mi
cuerpo
sienta
que
podía
quedarme
ahí
fue
algo
que
me
llevó
a
otro
nivel.
Los
invito
a
verlo
así
no
revelamos
nada
“.
Finalmente,
Ana
Lis
confesó
que

sintió “
miedo
real

y
me
costó
mucho
superarlo.
Lo
más
difícil
es
esa
pelea
interna;
me
daba
rabia
a

misma
pensar
en
que
me
quería
ir,
y
luego
recordar
que

fui a
desafiarme

y
a
terminarlo.
Me
enojaba
conmigo
misma
y
creo
que
lo
que
me
dio
la
fuerza
es
saber
que
me
iba
a
dar
rabia
verme
yéndome”.

 

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