Grace Kelly: la historia de amor que la llevó de Hollywood a Mónaco

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Grace
Kelly

era
una
de
las
actrices
más
aclamadas
de
la
época
cuando
conoció
a


Rainiero
III

en
el
Festival
de
Cannes
de
1955.

La
estrella
de
Hollywood,
que
ya
había
ganado
un
Oscar,
parecía
tenerlo
todo:
talento,
belleza
y
una
prometedora
carrera
en
la
industria
del
cine
.
Sin
embargo,
pocos
meses
después,

anunciaba
su
compromiso
con
el
príncipe
de
Mónaco
,
una
decisión
que
sorprendió
al
mundo
y
que
marcó
un
punto
de
inflexión
en
su
vida.

El
casamiento,
celebrado
el
15
de
abril
de
1956,
fue
seguido
por
millones
de
espectadores
a
través
de
la
televisión.
La
boda
real
de
la
década
quedó
grabada
en
la
historia
como

la
unión
entre
la
realeza
y
el
glamur
de
Hollywood
.
Pero
detrás
de
la
pompa
y
la
alegría
del
evento,
comenzaba
una
realidad
mucho
menos
idílica
para
Grace,
ya
que,
detrás
de
la
apariencia
de
un
cuento
de
hadas,
el
matrimonio
estuvo
marcado
por
la
tristeza,
la
soledad
y
las
intrigas.

El casamiento, en abril de 1956, de Rainiero y Grace Kelly

Grace
Kelly
y
una
vida
de
soledad
y
restricciones

La
transición
de
actriz
a
princesa
no
fue
fácil
para


Grace
Kelly
.

Debió
abandonar
su
carrera,
aprender
francés
y
adaptarse
a
un
estricto
protocolo
.
Acostumbrada
a
la
libertad
y
el
reconocimiento
de
Hollywood,
se
encontró
atrapada
en
un
papel
donde
su
individualidad
quedaba
relegada
a
un
segundo
plano.
Su
vida
se
convirtió
en
una
sucesión
de
actos
oficiales,
eventos
benéficos
y
representaciones
diplomáticas.


Pero
lo
más
difícil
de
sobrellevar
para
la
princesa
fue
la
frialdad
de
la
corte
monegasca.

Desde
el
principio,
fue
vista
como
una
forastera.
Las
familias
aristocráticas
del
principado
la
consideraban
demasiado
americana
y
nunca
la
aceptaron
del
todo.
A
eso
se
sumó

la
hostilidad
de
dos
mujeres
clave
en
la
familia
Grimaldi:
su
suegra,
la
princesa
Carlota,
y
su
cuñada,
la
princesa
Antoinette.


La
princesa
Carlota,
madre
de
Rainiero,
fue
una
figura
distante
y
crítica
con
Grace.

Jamás
le
demostró
afecto
y,
a
su
muerte
en
1977,
dejó
sus
joyas
a
su
nieta
Carolina,
ignorando
a
su
nuera.
Por
otro
lado,
la
princesa

Antoinette,
hermana
del
príncipe,
fue
una
opositora
constante
,
ya
que
pretendía
que
su
propio
hijo
heredara
el
trono.
Durante
años,
tejía
conspiraciones
en
su
contra
y
propagaba
rumores
para
desprestigiarla.
Aunque
finalmente
fue
exiliada
por
Rainiero,
nunca
dejó
de
interferir
desde
la
distancia.

El
cine,
la
gran
renuncia
de
Grace
Kelly

Uno
de
los
grandes
sacrificios
que
tuvo
que
hacer


la
princesa
de
Mónaco

fue
abandonar
su
pasión
por
la
actuación.
A
pesar
de
que
Alfred
Hitchcock
quiso
que
protagonizara “Marnie”
en
1962,

la
presión
de
la
familia
real
y
la
opinión
pública
le
impidieron
regresar
al
cine.

Rainiero
no
se
opuso
directamente,
pero
permitió
que
la
crítica
y
la
polémica
la
desalentaran.

Con
el
paso
del
tiempo,


Grace

se
refugió
en
la
jardinería,
la
literatura
y
el
trabajo
benéfico.
En
sus
últimos
años,
se
trasladó
a
la
casa
de
campo
de
Roc
Agel,
donde
encontraba
paz
lejos
de
la
presión
de
la
corte.


El
14
de
septiembre
de
1982,
Grace
Kelly
falleció
en
un
trágico
accidente
automovilístico
.
Se
especula
que
sufrió
un
infarto
al
volante,
lo
que
provocó
que
perdiera
el
control
del
vehículo
y
cayera
por
un
barranco.
Su
muerte
conmocionó
al
mundo
y
dejó
un
vacío
irremplazable
en
la
historia
del
principado.

VO