Ser
parte
de
la
realeza
británica
conlleva
grandes
privilegios,
pero
también
responsabilidades
y
un
estricto
protocolo
que
se
refleja
desde
la
infancia.
Los
hijos
de
los
príncipes
de
Gales,
George
y
Charlotte,
han
crecido
bajo
una
crianza
diferenciada,
marcada
por
su
posición
en
la
línea
sucesoria
y
la
visión
moderna
de
sus
padres,
el
príncipe
William
y
Kate
Middleton.
Como
herederos
de
la
corona,
tanto
George
como
Charlotte
reciben
una
educación
basada
en
la
preparación
para
representar
a
la
monarquía
en
el
extranjero.
Esto
incluye
el
aprendizaje
de
varios
idiomas,
siguiendo
la
tradición
de
la
familia
real.
Su
padre,
William,
y
su
abuelo,
el
rey
Carlos
III,
dominan
al
menos
seis
idiomas,
por
lo
que
no
sorprende
que
George
y
Charlotte
ya
hayan
tomado
clases
de
español
desde
pequeños.
Sin
embargo,
a
medida
que
crecen,
las
diferencias
entre
sus
formaciones
comienzan
a
notarse,
debido
a
las
responsabilidades
dentro
de
la
realeza,
siendo
George
el
más
afectado
por
la
línea
sucesoria.
El
plan
para
Charlotte:
una
vida
con
más
independencia
Según
el
editor
del
Daily
Mail,
Richard
Eden,
William
y
Kate
están
criando
a
la
princesa
Charlotte
con
la
idea
de
que
tenga
una
carrera
profesional
y
no
dependa
exclusivamente
de
su
rol
en
la
realeza.
“Quieren
que
Charlotte
crezca
con
la
expectativa
de
que
tendrá
un
trabajo
y
no
será
royal
de
tiempo
completo”,
expresó
el
periodista.
Este
planteo
está
alineado
con
las
intenciones
del
rey
Carlos
III
de
reducir
el
número
de
miembros
activos
de
la
familia
real,
buscando
modernizar
la
monarquía
y
evitar
el
exceso
de
figuras
con
títulos
nobiliarios
sin
un
papel
definido.
En
este
sentido,
Charlotte
podría
desempeñar
un
rol
más
similar
al
de
su
tía,
la
princesa
Ana,
quien
ha
combinado
sus
deberes
reales
con
una
vida
laboral
más
independiente.
En
este
sentido,
la
pequeña
de
9
años
ya
empezó
a
mostrar
interés
por
algunas
profesiones,
en
especial
por
la
enfermería.
Este
interés
es
un
claro
ejemplo
de
la
educación
en
una
familia
que
ha
venido
priorizando
los
valores
de
servicio
y
bienestar
para
con
la
ciudadanía.
La
crianza
de
Charlotte
es
una
clara
muestra
de
cómo
la
monarquía
británica
busca
evolucionar
con
los
tiempos.
Mientras
el
príncipe
George
se
prepara
para
asumir
la
corona,
Charlotte
podría
convertirse
en
un
ejemplo
de
independencia
dentro
de
la
realeza.
Esta
diferencia
en
su
educación
refleja
la
intención
de
William
y
Kate
de
criar
a
sus
hijos
con
una
visión
más
cercana
a
la
sociedad
actual,
donde
la
realeza
debe
adaptarse
a
un
mundo
en
constante
cambio.
VO