
Con
40
años,
Andrea
Casiraghi
está
alejado
de
los
reflectores
a
pesar
de
pertenecer
a
una
de
las
familias
de
la
realeza
más
destacadas
de
Europa.
El
hijo
mayor
de
Carolina
de
Mónaco
y
nieto
de
la
icónica
Grace
Kelly
eligió
un
camino
alejado
de
las
formalidades
palaciegas,
centrado
en
la
vida
familiar,
los
proyectos
solidarios
y
la
tranquilidad
de
un
entorno
rural.
Actualmente,
Andrea
vive
con
su
esposa,
Tatiana
Santo
Domingo,
y
sus
tres
hijos
en
un
pequeño
pueblo
suizo,
muy
lejos
del
glamour
que
marcó
su
juventud.
La
infancia
trágica
de
Andrea
Casiraghi
La
vida
de
Andrea
estuvo
marcada
desde
muy
temprano
por
una
profunda
pérdida.
En
octubre
de
1990,
cuando
tenía
apenas
seis
años,
su
padre,
Stefano
Casiraghi,
falleció
en
un
accidente
náutico
en
Montecarlo.
El
golpe
fue
devastador
para
toda
la
familia,
pero
en
especial
para
Andrea.
La
princesa
Carolina,
decidida
a
proteger
a
sus
hijos,
se
trasladó
con
ellos
a
una
antigua
granja
en
la
Provenza
francesa.
Allí,
llevando
una
vida
sencilla,
el
heredero
monegasco
comenzó
a
construir
su
refugio
lejos
de
los
flashes.
Andrea
se
educó
en
colegios
prestigiosos
como
el
internado
suizo
Collège
Alpin
Beau
Soleil,
donde
compartió
aulas
con
aristócratas
y
figuras
destacadas
de
la
realeza
europea.
Más
tarde,
continuó
sus
estudios
en
París
y
en
la
Universidad
McGill
de
Canadá,
donde
cursó
Artes
Visuales
y
Política
Internacional.
A
lo
largo
de
su
juventud,
también
se
destacó
por
su
espíritu
solidario:
trabajó
como
voluntario
en
Filipinas,
Senegal,
Togo
y
Níger,
colaborando
con
organizaciones
vinculadas
a
su
abuela,
la
princesa
Grace
Kelly.
Pese
a
su
formación
e
inclinación
por
las
causas
humanitarias,
durante
un
tiempo
Andrea
fue
visto
como
el
“príncipe
rebelde”
del
clan
Grimaldi.
Las
imágenes
de
su
paso
por
Ibiza
en
los
años
2000,
con
el
pelo
largo,
fumando
en
yates
y
yendo
a
fiestas
exclusivas,
alimentaron
la
fascinación
mediática.
Sin
embargo,
esa
etapa
pronto
quedó
atrás.
La
vida
de
Andrea
Casiraghi
junto
a
Tatiana
Santo
Domingo
en
Suiza
El
punto
de
inflexión
llegó
en
2004,
cuando
su
hermana
Carlota
le
presentó
a
una
amiga
del
colegio:
Tatiana
Santo
Domingo.
Hija
del
magnate
colombiano
Julio
Mario
Santo
Domingo
Jr.
y
de
la
modelo
Vera
Rechulski,
Tatiana
creció
entre
Suiza
y
París
y
estudió
Bellas
Artes
en
Londres.
Tras
años
de
relación,
la
pareja
tuvo
a
su
primer
hijo,
Sasha,
en
2013.
Ese
mismo
año,
contrajeron
matrimonio
en
una
íntima
ceremonia
civil
en
el
Palacio
Grimaldi,
en
Mónaco.
La
gran
fiesta
se
celebró
meses
después
en
Gstaad,
la
exclusiva
estación
de
esquí
suiza,
donde
amigos
y
familiares
disfrutaron
de
un
evento
privado,
fiel
al
estilo
relajado
y
bohemio
de
los
novios.
Desde
2023,
la
familia
Casiraghi-Santo
Domingo
se
instaló
definitivamente
en
Suiza,
abandonando
Londres
tras
más
de
una
década.
Andrea
eligió
participar
cada
vez
menos
en
los
actos
oficiales
de
Mónaco.
Su
presencia
en
eventos
como
el
Baile
de
la
Rosa
o
el
Día
Nacional
es
esporádica,
y
no
ocupa
ningún
cargo
institucional,
aunque
permanece
en
la
línea
de
sucesión
al
trono.
Padre
de
tres
hijos
y
apasionado
de
la
naturaleza,
Andrea
disfruta
de
una
rutina
alejada
del
protocolo
real.
Se
lo
puede
ver
haciendo
las
compras
en
mercados
locales,
acompañando
a
sus
hijos
a
la
escuela
o
participando
en
proyectos
de
la
Fundación
Parálisis
Cerebral,
de
la
cual
es
padrino.
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