Por qué Diana fue llamada la “princesa del pueblo” y qué hizo para ganarse ese apodo

0
3

A
casi
treinta
años
de
su
trágica
muerte,
el
nombre
de


Diana
Spencer

sigue
despertando
admiración
y
ternura
en
cada
rincón
del
planeta.
Más
allá
de
los
protocolos,
los
títulos
nobiliarios
y
las
rígidas
normas
de
la
realeza
británica,


Lady
Di

logró
algo
que
pocos
miembros
de
la
corona
consiguieron:
convertirse
en
un
verdadero
símbolo
de
humanidad,
empatía
y
cercanía
con
la
gente.

Pero,
¿cómo
fue
que
terminó
siendo
conocida
como
la “Princesa
del
Pueblo”?



Diana
nació
el
1
de
julio
de
1961
en
el
seno
de
una
familia
aristocrática.

Con
profundas
raíces
en
la
nobleza
británica,
obtuvo
oficialmente
el
título
de
Lady
Diana
Spencer
cuando
su
padre,
John
Spencer,
fue
nombrado
conde
en
1975
.
A
pesar
de
ser
un
reconocimiento
formal
de
su
linaje,
ese
tratamiento
derivó
en
un
apodo
cariñoso
con
el
que
el
pueblo
británico
y
el
mundo
entero
terminarían
identificándola:
el “Lady
Di”
que
surgió
popularmente
no
era
solo
un
reflejo
de
su
título,
sino
también
de
su
calidez
y
su
capacidad
de
empatizar
con
la
gente
común.

Cuando
en
1981
contrajo
matrimonio
con
el
príncipe
Carlos,
heredero
al
trono
británico,
su
vida
cambió
para
siempre.
El
título
de
Lady
quedó
atrás
y
Diana
pasó
a
ser “Su
Alteza
Real,


la
Princesa
de
Gales”
.
Sin
embargo,
para
su
gente,
comenzó
a
ser
Diana,
la
princesa
del
pueblo.

Diana de Gales

Cómo
logró
convertirse
en
la “Princesa
del
pueblo”

Pese
al
matrimonio
de
cuento
de
hadas
terminó
siendo
una
pesadilla,


Diana

logró
fortalecer
su
vínculo
con
la
sociedad.

Su
cercanía
con
las
causas
sociales,
su
presencia
en
hospitales,
su
compromiso
con
las
víctimas
del
VIH
y
su
lucha
contra
las
minas
antipersonales
la
mostraron
como
una
princesa
real

y
como
alguien
que
utilizaba
su
fama
para
dar
voz
a
los
que
no
la
tenían.

Tras
su
divorcio
en
1996,
Diana
perdió
el
tratamiento
de “Su
Alteza
Real”,
pero
retuvo
el
título
de
princesa
de
Gales
y
continuó
fortaleciendo
su
vínculo
con
la
gente
gracias
a
su
calidez
y
cercanía
y
su
labor
solidaria.

Su
muerte
en
1997,
en
un
accidente
automovilístico
en
París,
conmocionó
al
mundo.

Diana
no
solo
dejó
una
marca
en
la
historia
de
la
monarquía
británica,
sino
también
en
la
cultura
pop,
en
la
moda
y,
sobre
todo,
en
las
causas
benéficas
en
las
que
colaboró
y
cómo
su
servicio
hacia
la
gente
ayudó
a
que
otros
dejaran
de
ser
indiferentes,
en
un
legado
que
luego
continuarían
sus
hijos,
William
y
Harry.

VO