La
dueña
de
un
refugio
serrano
ubicado
en
la
base
del
Champaquí
asegura
haber
visto
tres
luces
que
descendían
del
cielo
cerca
de
las
4.30
de
la
madrugada.
El
fenómeno,
que
quedó
registrado
en
fotos
tomadas
con
su
celular,
la
dejó
impactada:
“No
eran
satélites,
no
eran
planetas.
Ahora
sí
creo
que
algo
hay
allá
arriba”.
Érica
González vive
desde
hace
una
década
en
el
Refugio
Los
Soles,
en
la
base
del
Cerro
Champaquí.
En
la
madrugada
de
este
viernes,
asegura
que
fue
testigo
de
un
fenómeno
que
la
dejó
sin
palabras.
“Me
levanté
a
las
4.30,
abrí
la
ventana
de
mi
habitación
y
vi
una
luz
muy
rara,
una
nube
negra
larguísima
y
tres
luces
que
bajaban.
No
eran
satélites,
ni
planetas,
ni
estrellas.
Nunca
vi
algo
así”,
contó
a
Carlos
Paz
Vivo!.
La
ventana
desde
la
que
observó
el
cielo
fue
especialmente
diseñada
para
contemplar
el
paisaje
serrano.
“Hice
esa
habitación
con
una
ventana
grande
para
poder
ver
todo,
y
desde
ahí
vi
esto.
La
luna
estaba
en
cuarto
menguante,
pero
abajo
había
una
luz
muy
intensa.
De
repente,
vi
cómo
bajaban
y
subían
tres
luces,
se
movían
en
círculo,
de
forma
errática.
Te
juro
que
me
tuve
que
sentar,
no
podía
creer
lo
que
estaba
viendo”,
relató.
Aunque
intentó
grabar
la
escena
con
su
celular,
la
oscuridad
impidió
un
registro
claro
del
fenómeno.
Sin
embargo,
logró
tomar
algunas
fotos
que
compartió
con
este
medio,
en
las
que
se
distinguen
tenues
puntos
de
luz
sobre
el
cielo
nocturno.
“No
se
ven
tan
nítidas
porque
es
un
celular,
pero
cuando
usé
el
flash
apareció
una
cosa
rara
en
el
cerco,
como
si
algo
estuviera
ahí.
Fue
todo
muy
loco,
sentí
que
tenía
que
compartirlo”,
dijo
Érica.
luna
arriba
a
la
izquierda
y
una
fuerte
luz
blanca
asoma
desde
adentro
de
la
nube
gris
La
mujer,
que
vive
todo
el
año
en
ese
paraje
de
altura,
asegura
que
es
la
primera
vez
que
presencia
algo
así.
“Estoy
acostumbrada
a
ver
satélites,
planetas,
aviones…
pero
esto
era
distinto.
Era
otra
cosa.
Incluso
creo
que
esa
nube
negra
tan
extraña
fue
creada
por
ellos
para
cubrirse.
No
sé,
me
armé
una
película
en
la
cabeza,
pero
sinceramente…
ahora
sí
creo.
Es
creer
o
reventar”.
Las
imágenes
alimentan
la
intriga.
Y
el
relato
de
Érica
suma
un
nuevo
capítulo
a
la
larga
lista
de
testimonios
sobre
fenómenos
inexplicables
y
el
avistaje
de
objetos
voladores
no
identificados
en
las
sierras
de
Córdoba,
un
lugar
que
ha
sido
escenario
de
numerosas
historias
similares
a
lo
largo
de
los
años.