Camila Sosa Villada: “El mundo ya no tiene arreglo”

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La
primera
vez
que
vi
a

Camila
Sosa
Villada

fue
en
el
unipersonal
“Carnes
tolendas”,
basado
en
escritos
de
Federico
García
Lorca,
que
representó
en
2009,
en
la
sala
La
Cochera,
de
su
Córdoba
natal.
Allí
comprobé
que
era
una
gran
actriz
dramática,
algo
que
con
el
correr
de
los
años
confirmaría.
Además,
es
una
talentosa
escritora,
como
demostró
en

“Las
malas”
,
su
primera
novela,
en
la
que
cuenta
cómo
sobrevive
un
grupo
de
travestis
que
son
trabajadoras
sexuales.
Ese
libro
no
sólo
la
posicionó
como
una
de
las
voces
más
originales
de
la
narrativa
argentina
contemporánea,
sino
que
fue
el
inicio
de
una
trayectoria
en
la
que
siguió
sumergiéndose
en
temas
de
los
que
habitualmente
no
se
habla.
Por
ejemplo,
la
crisis
existencial
que
sufre
la
protagonista
de
“Tesis
sobre
una
domesticación”,
cuya
versión
cinematográfica
protagoniza
junto
al
actor
mexicano
Alfonso
Herrera
y
que
acaba
de
estrenarse,
dirigida
por
Javier
van
de
Couter,
con
quien
ya
había
trabajado
en
la
película
“Mía”,
en
2011. 

De
paso
por
Buenos
Aires,
donde
presentó

“La
traición
de
mi
lengua”
,
su
nuevo
texto
editado
por
Tusquets
(Grupo
Planeta),
en
el
cual
reflexiona
de
forma
filosa
y
poética
sobre
erotismo,
pasado
e
infancia,
recibe
a
NOTICIAS
a
pesar
de
un
molesto
estado
gripal
que
la
tiene
como
una
loba
agazapada,
aunque
dispuesta
a
defenderse
con
garras
y
dientes. 


Noticias:

¿Cómo
nace
Camila?


Camila
Sosa
Villada:

En
1982,
por
una
reacción
química
a
dos
elementos
que
no
debieron
haberse
cruzado
nunca,
que
fueron
mi
papá
y
mi
mamá.
Estuvo
latente
un
par
de
años
aprendiendo
cómo
hacer
para
poder
expresarse.
Después,
cuando
ya
tenía
13,
más
o
menos
en
el
’95,
empezó
a
salir
a
la
calle
a
pasear
de
noche
cuando
el
pueblo
se
dormía.
Camila
se
vestía
y
salía
a
caminar
por
Mina
Clavero.
Ahí
dio
sus
primeros
pasos
y
no
la
detuvo
nadie
más.
Se
comió
al
anfitrión
y
quedó
solo
la
huésped.


Noticias:

¿Por
qué
eligió
ese
nombre?


Sosa
Villada:

Me
gustaba,
pero
después
le
puse
una
épica
que
en
verdad
no
es
tan
cierta.
Recuerdo
haber
visto
la
película
“Camille
Claudel”,
con
la
francesa
Isabelle
Adjani
y
me
gustó
el
nombre.
Al
principio
decía
que
me
llamaba
Valentina,
pero
me
gustaba
más
Camila.
No
tiene
ninguna
épica
particular.


Noticias:

¿Sus
apellidos
son
reales?


Sosa
Villada:

Sí,
con
la
Ley
de
Identidad
de
Género
no
te
podías
poner
un
apellido
que
no
fuera
el
tuyo. 


Noticias:

¿Puede
identificar
los
primeros
detalles
que
le
hicieron
sentir
su
condición
femenina?


Sosa
Villada:

Ah,
no,
no
tengo
la
menor
idea.
Lo
que

registro
es
la
amonestación,
los
retos.
Yo
no
me
identificaba
ni
como
femenino,
ni
como
masculino,
ni
como
un
disfraz.
Para

era
todo
natural,
porque
si
no
pareciera
que
hubiera
una
doctrina
que
te
enseña
cómo
ser.
Yo,
la
verdad
que
vivía
aislada
y
no
veía
otras
travestis
en
la
calle.
Fue
en
el
seno
de
una
familia
de
tres,
donde
dos
eran
adultos
y
heterosexuales.
En
algún
momento
me
di
cuenta
de
que
lo
que
me
estaba
pasando
causaba
en
los
demás
un
rechazo
y
me
cagaban
a
pedos,
pero
nunca
fue
algo
de
lo
que
yo
tuviera
plena
conciencia.
Al
contrario,
fue
bastante
inconsciente
todo.


Noticias:

Deduzco,
por
lo
que
está
contando,
que
sus
padres
no
la
entendían
o
apoyaban.


Sosa
Villada:

¿Pero
qué
padre
hubiera
entendido
y
apoyado
eso
en
un
pueblo?
Ellos
hicieron
lo
que
les
decían
que
tenían
que
hacer
para
tratar
de
poner
a
salvo
a
su
hijo
de
algo
que
se
suponía
que
era
súper
peligroso
y
terminó
siendo
así.
Además,
tuvieron
razón.
Fue
para
ellos
un
golpe
bastante
grande
que
todavía
lo
están
procesando.


Noticias:

¿Hay
un
momento
preciso
en
que
vieron
su
transformación?


Sosa
Villada:

Debe
haber
sido
a
los
14.
Abrió
la
puerta
mi
papá
en
un
momento
que
no
tenía
que
hacerlo
y
yo
estaba
probándome
un
vestido
que
había
hecho
con
una
cortina.
Pero,
es
peligroso
hablar
así,
de
fechas
o
de
efemérides
respecto
al
travestismo.
Parece
que
se
hablara
de
un
tipo
de
doctrina
o
de
algo
que
se
aprende
o
de
algo
que
se
cumple
de
determinada
manera
y
las
cosas
se
van
dando
de
forma
mucho
más
natural,
mucho
más
orgánica.
Creo
que
las
transiciones
de
la
gente
trans
o
de
las
travestis
son
mucho
más
naturales
y
menos
consabidas
que
una
primera
comunión
o
una
confirmación
o
cuando
te
recibiste
o
cuando
pasó
tal
cosa. 


Noticias:

¿Le
incomodó
la
pregunta?


Sosa
Villada:

Es
por
lo
general
una
pregunta
que
se
nos
hace
a
nosotras
tratando
de
descifrar
algo
que
es
tan
natural
como
aceptar
o
no
el
género
que
te
dieron
cuando
naciste.
Lo
que
pasa
es
que
somos
menos
poblacionalmente
porque
se
han
muerto
miles,
también
porque
hay
muchas
que
tienen
miedo.
Pero
no
creo
que
sea
del
orden
de
las
efemérides.
El
tono
en
que
hay
que
hablar
del
travestismo
me
parece
que
es
algo
que
se
da
naturalmente.
Me
parece
un
desacierto
y
es
peligroso,
sobre
todo
en
tiempos,
así
como
éstos,
donde
se
dice
eso
de
“con
mis
hijos
no”.
Te
vuelvo
a
repetir,
yo
lo
hice
a
puerta
cerrada
en
una
casa
donde
éramos
tres.
No
me
adoctrinó
nadie,
lo
que
me
hace
pensar
en
que
es
de
otro
orden
que
no
tiene
que
ver
con
el
aprendizaje,
con
que
te
muestren
o
no
te
muestren
algo.
Esto
es
del
orden
de
la
identidad
y
no
de
la
sexualidad.


Noticias:

¿Cómo
es
hoy
la
relación
con
sus
padres?


Sosa
Villada:

Muy
bien.
No
hay
nada
que
reprochar.
Es
triste
la
vida
del
reproche
constante.
Se
me
despejó
leyendo
a
Sharon
Olds
(escritora
y
poeta
estadounidense).
Al
leerla
entendí
algunas
cuestiones
sobre
la
paternidad
y
la
maternidad,
que
son
casi
tan
difíciles
como
ser
hijos. 


Noticias:

Obviamente,
no
se
puede
vivir
anclado
en
el
pasado.


Sosa
Villada:

Es
que
también
había
cosas
hermosas.
Lo
que
pasa
es
que
a
veces
todo
se
tiñe
de
un
relato
en
el
que
las
personas
trans
somos
odiadas
por
nuestros
padres.
Pienso
en
mi
padre
y
en
mi
madre
y
en
todo
el
cariño
que
recibía.
Incluso
en
ese
gesto
de
represión
enorme
que
ellos
tuvieron,
había
algo
del
orden,
del
miedo
de
proteger
y
de
pensar
qué
le
va
a
pasar
a
esta
criatura
cuando
sea
más
grande.


Noticias:

Lamentablemente
sigue
existiendo
la
transfobia.


Sosa
Villada:

En
la
comunidad,
en
la
comunidad
LGBTQ+,
en
la
política,
en
el
mundo
literario,
el
cinematográfico,
en
todos
lados
hay
transfobia.


Noticias:

¿Puede
revertirse
en
algún
momento?


Sosa
Villada:

Se
pueden
dar
unas
buenas
piñas.
Se
puede
aprender
a
defenderse
mejor.
Argumentar
mejor,
ser
incluso
más
agresiva
de
lo
que
son
los
ataques
transfóbicos.
No
me
cabe
ninguna
duda
también
de
que
hay
homofobia
y
misoginia.
Si
no
sos
puto,
sos
judío,
o
gordo,
o
viejo,
o
inmunodeprimido.
Existe
el
odio
al
otro,
la
gente
odia
a
los
demás
todo
el
tiempo.


Noticias:

¿Por
qué
será?


Sosa
Villada:

Porque
el
otro
es
insoportable.
Qué
querés
que
te
diga,
el
otro
es
insoportable
siempre.
Yo
soy
bastante
antisocial.
La
gente
por
lo
general
me
causa
bastante
escozor.


Noticias:

El
mundo
vive
momentos
complicados
con
temas
como
la
identidad
sexual
y
el
reconocimiento
de
derechos.


Sosa
Villada:

Acá
también.
Yo
tengo
un
documento
de
identidad
que
dice
que
soy
mujer,
no
dice
que
soy
trans.
Los
derechos
siempre
son
vulnerables.
Cualquier
derecho
es
vulnerable.
Está
bien
que
sepamos
cómo
se
conquistan
y
cómo
se
defienden
porque
significan
una
mejora
en
la
vida
de
uno.


Noticias:

¿Vamos
por
buen
camino
o
estamos
adormecidos?


Sosa
Villada:

No,
el
mundo
ya
no
tiene
arreglo.
Antes
las
travestis
generábamos
más
miedo.
Ver
una
travesti
en
la
calle,
parada
en
una
esquina,
era
como
un
acontecimiento.
De
repente,
empezó
a
pasar
que
los
empezaron
a
asimilar
y
eso
trae
como
consecuencia
la
pérdida
de
lo
salvaje.
Las
domesticaciones
siempre
hacen
que
una
pierda
los
colmillos.

que
hay
que
recuperarlo,
pero
no

si
vamos
por
buen
o
mal
camino
porque
no
es
un
trabajo
que
yo
haga.
No
soy
socióloga
ni
antropóloga.
Tengo
otras
cosas
en
la
cabeza
como
el
bienestar
de
mi
papá
y
de
mi
mamá,
el
mío
y
el
de
mis
amigos.
Pero
no
estoy
pensando
universalmente
en
una
bandera.
Estoy
ocupada
en
otras
cosas.
Estoy
grande
y
cansada,
no
tengo
ganas
de
batallar
más. 


Noticias:

¿Está
enamorada?


Sosa
Villada:

De
mí,
de

misma
(sonríe).
¿Me
enamoré
de
alguien
últimamente,
Paulina?
(pregunta
a
su
mánager).
Un
poquito
de
Poncho
(Alfonso
Herrera),
pero
era
un
amor
puramente
profesional
y
necesario
para
la
película.
Fue
como
amor
a
primera
vista,
apenas
lo
vi
el
primer
día
que
nos
conocimos
y
todavía
me
dura.
Pero
los
25
que
tengo,
uno
para
cada
día
de
la
semana,
son
todos
estables,
a
todos
les
digo
te
amo,
a
todos
les
digo
los
quiero,
los
extraño,
pero
ninguno
es
un
novio
oficial
o
un
novio
con
el
que
conviviría.


Noticias:

En
su
escritura,
en
general,
habla
sobre
temas
no
habituales.
¿Es
algo
buscado
o
surge
espontáneo?


Sosa
Villada:

No,
yo
necesito
escribir,
tengo
una
imagen
o
algo
en
la
cabeza
y
me
dejo
llevar
por
eso.
No
es
algo
que
busque
de
forma
consciente.
Escribir
es
uno
de
los
trabajos
más
lindos
que
tengo
porque
no
tengo
compromiso
con
ningún
tópico,
no
es
que
yo
quiera
hablar
de
algo
en
particular. 

 

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