Carlos Portaluppi: “En la vida nada es casual”

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Carlos
Portaluppi

impone
su
presencia
escénica
en
esa
verdadera
oda
a
la
amistad
llamada

“Druk”
,
adaptación
de

“Otra
ronda”
,
la
película
ganadora
del
Oscar
dirigida
por

Thomas
Vinterberg
.
Portaluppi
integra
un
formidable
cuarteto
actoral
junto
a

Pablo
Echarri,


Juan
Gil
Navarro
y
Osqui
Guzmán
.
Componen
a
profesores
de
un
colegio
secundario,
desencantados
con
la
profesión,
los
vínculos
familiares
y
la
vida
en
general,
que
se
aferran
al
consumo
de
alcohol
como
una
improbable
tabla
de
salvación.

Una
tarde
que
se
convierte
en
el
preludio
de
una
noche
lluviosa,
una
jornada
otoñal
en
la
que
su
amado
River
Plate
disputa
un
partido
decisivo
por
la
Copa
Libertadores,
sirve
como
marco
referencial
para
el
encuentro
del
actor
con
NOTICIAS.

Sus
días
se
han
tornado
más
ocupados
desde
que
arrancó
con
las
filmaciones
de
un
proyecto
audiovisual
que
lo
tiene
muy
entusiasmado,
en
el
que
forma
parte
de
un
elenco
extraordinario
junto
a

Cristina
Banegas,
Julieta
Díaz,
Monna
Antonópulos,
Diego
Cremonesi
y
Pablo
Rago,

entre
otros.
Dirigida
por

Mariano
Hueter
,
la
serie,
basada
en
hechos
reales,
se
ocupa
de
uno
de
los
casos
más
emblemáticos
de
la
historia
policial
argentina,
que
conmoviera
a
la
opinión
pública
del
siglo
pasado:
el
de
la
célebre
envenenadora

Yiya
Murano.

Carlos Portaluppi


Noticias:

En
“Druk”
vuelve
a
ser
dirigido
por
Javier
Daulte.
Gene
Hackman
decía
que
lo
que
necesitaba
de
un
director
era
que
le
indicara
hablar
más
fuerte,
más
despacio,
más
rápido
o
más
lento.
¿Usted
qué
necesita
de
un
director
para
hacer
una
obra
como
esta?


Carlos
Portaluppi:

Que
sepa
administrar
la
energía
de
los
actores,
necesito
eso
y
ganarme
su
confianza
para
poder
entregarme
por
completo.
Cuando
se
trata
de
alguien
con
quien
ya
trabajaste
previamente,
como
Daulte,
hay
un
camino
allanado.
Ya
es
mi
tercera
vez
con
Javier,
la
primera
fue
“Nunca
estuviste
tan
adorable”,
hace
exactamente
veinte
años
y
fue
una
experiencia
preciosa.
La
estrenamos
dentro
del
ciclo
Biodrama
en
el
Complejo
Teatral
de
Buenos
Aires,
hicimos
dos
temporadas
en
el
Sarmiento,
una
en
el
Teatro
de
la
Ribera,
después
armamos
una
cooperativa
y
terminamos
en
calle
Corrientes,
en
el
Teatro
Broadway.
María
Onetto
brillaba
cada
noche,
junto
a

Mirta
Busnelli,
Luciano
Cáceres,
William
Prociuk,
Lucrecia
Oviedo,
Lorena
Forte

y
yo.
Conecté
muy
bien
con
Daulte
y
nos
llevamos
genial
hasta
hoy
porque
ahí
hablamos
acerca
de
la
vida
de
su
familia.
A

me
tocó
interpretar
al
abuelo
de
Javier,
así
que
conocí
buena
parte
de
su
sensibilidad
porque
estábamos
trabajando
con
una
fibra
muy
íntima,
lo
cual
nos
permitió
una
entrega
absoluta,
un
conocimiento
más
profundo
y
cercano.
Todo
eso
suma,
conocerlo
como
el
director,
la
persona,
el
docente
y
el
dramaturgo
brillante
que
es.


Noticias:

Después
de
esa
experiencia
y
antes
de
“Druk”
compartieron
también
otra
obra,
“La
Felicidad”…


Portaluppi:

Sí,
con
otro
equipo
bárbaro.
Para

es
una
de
las
obras
con
más
vuelo
de
Javier,
un
punto
culminante
de
su
escritura
porque
tiene
mucha
intriga,
suspenso,
humor
y
amor.
Además
fue
una
experiencia
inolvidable
porque
la
obra
se
hizo
justo
el
año
en
que
nevó
en
Buenos
Aires,
en
el
2007.
Mi
hijo
recién
tenía
un
año,
recuerdo
que
estábamos
ensayando
y
de
golpe
corrimos
a
ver
cómo
caía
la
nieve
sobre
la
ciudad,
fue
algo
insólito
y
muy
hermoso.
Ahora
estamos
con
las
nevadas
de
“El
Eternauta”
(risas).


Noticias:

En
estos
últimos
tiempos
lo
estuvimos
viendo
mucho
en
el
teatro,
hizo
“Votemos”,
“Jardines
Salvajes”
y
ahora
“Druk”.
¿Son
todas
propuestas
que
le
interesaron
por
su
contenido
o
las
circunstancias
lo
empujaron
a
subirse
al
escenario?


Portaluppi:

Felizmente
todo
me
ha
interesado.
“Votemos”
realmente
fue
una
apuesta
muy
interesante
con
un
elenco
hermosísimo:
Virginia
Lago,
Agustina
Cherri,
Gustavo
Garzón,
Juan
Gil
Navarro,
con
quien
ahora
estamos
repitiendo
en
“Druk”.
La
obra
abordaba
una
temática
tan
importante
como
la
salud
mental
desde
un
costado
poco
habitual
porque
la
acción
se
desarrolla
en
la
típica
reunión
de
consorcio
para
discutir
una
cuestión
del
ascensor.
Fue
una
propuesta
impecable.


Noticias:

Tanto
en
“Jardines
salvajes”
como
en
“Votemos”
se
hablaba
de
los
enfrentamientos
y
de
la
grieta.
¿“Druk”
en
cambio
es
una
reivindicación
de
la
amistad
masculina?


Portaluppi:

Sí,
es
una
obra
que
básicamente
habla
en
profundidad
de
la
amistad
de
cuatro
docentes,
compañeros
en
una
misma
institución,
que
están
atravesando
diferentes
crisis
personales,
tanto
en
el
ámbito
profesional
como
en
el
privado.
A
partir
de
la
teoría
de
un
psicólogo
noruego
que
sostiene
que
beber
es
una
opción
muy
saludable
e
inteligente
porque
las
personas
nacen
con
un
déficit
de
0,5
por
ciento
de
alcohol
en
sangre,
y
que
al
superarlo
uno
es
más
sociable,
relajado,
valiente
y
lúcido
—todas
cualidades
que
en
lo
cotidiano
les
son
esquivas
a
estos
seres—,
comienzan
a
compartir
el
experimento
de
beber.
Al
principio
obtienen
resultados
asombrosos,
pero
cuando
deciden
ir
más
allá
obviamente
hay
consecuencias.
Ahí
te
das
cuenta
claramente
de
que
no
necesitás
ningún
tipo
de
sustancia
para
poder
luchar
contra
las
vicisitudes
a
las
que
nos
enfrenta
la
vida,
hay
que
afrontarlas
y
atravesarlas.
La
gente
está
viniendo
al
teatro
porque
está
funcionando
muy
bien
el
boca
en
boca,
les
contamos
las
cosas
que
pasan
en
ese
grupo
de
amigos
con
verdad…
no
de
verdad
porque
tampoco
bebemos
en
serio,
¡pero
les
hacemos
creer
que
sí!
(se
ríe).

Carlos Portaluppi


Noticias:

Una
de
sus
características
más
distintivas,
ya
sea
en
cine
o
en
teatro,
es
el
manejo
de
la
voz.
¿Usted
tuvo
siempre
esa
potencia
vocal
o
es
algo
que
fue
trabajando?


Portaluppi:

Ha
estado
siempre,
bien
de
familia
tana
(risas).
Hay
como
un
caudal
de
aire
importante
y
no
he
tenido
mayores
dificultades
para
proyectar
la
voz.
Te
diría
que
la
dificultad
es
al
revés,
a
veces
tengo
que
achicar
un
poquito.
Me
hubiese
gustado
poder
utilizar
la
voz
para
el
canto,
pero
no
se
me
dio.


Noticias:

Leí
por
ahí
que
en
una
obra
dirigida
por
Augusto
Fernándes
le
sirvió
para
hacer
algunos
efectos
especiales…


Portaluppi:

En
el
año
94
o
95
él
dirigió
en
el
Cervantes
una
adaptación
propia
de
la
trilogía
de
“Camino
a
Damasco”
de
August
Strindberg
que
se
llamó
“El
relámpago”.
En
esa
época
estaba
empezando
a
estudiar
con
él
e
iba
solamente
a
presenciar
los
ensayos.
Un
día
estaba
sentado
solo
y
él
tenía
por
costumbre
hacer
ejercicios
previos
a
ensayar,
así
que
le
pidió
al
sonidista
que
hiciera
unos
sonidos
necesarios
para
eso,
pero
el
hombre
se
disculpó
porque
no
los
tenía.
Ahí
impulsivamente
me
levanté
de
la
butaca,
fui
hasta
la
cabina,
le
pedí
al
sonidista
que
me
conectara
un
micrófono
y
empecé
a
hacer
ruido,
cositas
con
la
voz,
a
generar
climas.
La
intención
fue
contribuir
con
lo
que
estaban
necesitando,
parece
que
funcionó
porque
al
día
siguiente,
cuando
volví
a
ver
los
ensayos,
Augusto
me
llamó
para
agradecer
esos
sonidos
y
preguntar
si
me
gustaría
subirme
al
escenario.
¡Imaginate!
No
lo
podía
creer
(se
ríe),
había
que
estar
en
el
lugar
y
el
momento
indicado,
nada
es
casual.


Noticias:

Dijo
alguna
vez
que
uno
de
sus
sueños
era
hacer
“Cyrano”.
¿Sigue
vigente
ese
sueño
o
el
Puma
Goity
por
ahora
se
adueñó
del
personaje?


Portaluppi:

¡Sigue
siendo
mi
sueño!
Es
un
personaje
universal,
nada
posterga
ese
deseo.
Yo
tengo
mi
trabajo
de
adaptación
realizado,
lo
hice
durante
mucho
tiempo
y
está
ahí,
descansando.
En
algún
momento
lo
voy
a
retocar.
Siempre
estoy
con
ideas
que
me
bajan
y
vuelvo
al
texto
para
arreglar
cosas,
pero
todavía
me
está
faltando
ese
empuje
para
tomar
la
decisión.
No
hablamos
de
algo
fácil,
es
poesía
pura
el

Cyrano
de
Bergerac
.
Yo
lo
traje
a
un
mundo
más
mío,
más
personal
y
contemporáneo,
donde
no
está
el
problema
de
la
nariz:
hay
otros.


Noticias:

Hablando
de
personajes
emblemáticos,
usted
ha
hecho
mucho
cine,
¿pero
su
papel
en
“Argentina,
1985”
rankea
bien
arriba?


Portaluppi:

“Argentina,
1985”
es
un
hito
del
cine
nacional,
tiene
una
importancia
a
nivel
cultural,
social
y
político
que
la
ubica
en
un
lugar
especial
para
nosotros,
para
Latinoamérica
y
para
el
mundo.
Muestra
una
etapa
muy
difícil
del
tránsito
entre
la
dictadura
y
la
democracia
en
Argentina
y
ha
tenido
gran
repercusión,
estuvo
nominada
al
Oscar,
ganó
el
Globo
de
Oro,
fue
impresionante.
Al
momento
de
filmar
yo
nunca
espero
algo
así,
me
concentro
en
contar
la
historia,
me
divierte
mucho
estar
en
el
set,
la
paso
bien
ahí
compartiendo
con
los
compañeros.
Hay
cosas
que
después
suceden
o
no,
pero
mis
expectativas
siempre
están
puestas
en
que
a
la
gente
le
guste
la
película
y
vaya
al
cine.

 

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