
En
un
mundo
que
nos
exige
rendimientos
permanentes
y
repeticiones
sin
sentido,
decidimos
construir
una
compañía
desde
la
pregunta
y
el
cruce
de
lenguajes.
Nuestra
propuesta
abre
el
tango
a
nuevos
territorios
de
expresión,
despojándolo
de
estereotipos
para
emplazarlo
como
dramaturgia
bailada
en
un
viaje
introspectivo
por
los
laberintos
del
ser
humano.
Desde
nuestros
inicios
buscamos
historias
que
inviten
al
espectador
a
reconocer
señales
preexistentes:
ritmos
internos,
decisiones
no
tomadas,
diferentes
formas
de
enfrentar
la
vida
que
nos
permitan
utilizar
al
tango
como
instrumento
de
autoconocimiento
y
resistencia
simbólica.
Desde
este
enfoque,
el
público
se
ve
interpelado:
¿Hacia
dónde
va
su
ritmo
de
vida?
¿Las
relaciones
que
sostiene
son
propias
o
heredadas?
¿Qué
cuerpo
elige
habitar?
¿Qué
ocurre
cuando
se
nos
impone
el
deber
de
la
perfección?
Este
cruce
entre
tanguedad
y
exploración
del
movimiento
se
activó
con
obras
como
Letra,
música
y
tango,
Bar
mágico
y
la
obra
que
le
da
nombre
a
la
compañía
Contango
Historias.
Obras
que
tienen
como
disparadores
situaciones
cotidianas
alteradas
bajo
el
paraguas
del
realismo
mágico.
Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios
El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.
Humano
Ser,
audiovisual
que
indaga
la
búsqueda
y
el
modo
de
encajar
de
las
personas
en
un
sistema
opresor,
fue
el
preludio
del
enfoque
estético
y
narrativo
que
Contango
Historias,
adquirió
para
sus
producciones.
Paralelo
Cruzado,
nuestra
última
creación,
funde
tango,
memoria
y
resistencia
poética.
Juan,
es
un
músico
metódico
y
virtuoso.
La
búsqueda
por
encontrar
su
propia
voz
lo
dispersa
entre
sueños
y
recuerdos
cifrados
en
melodías
que
no
logra
entender
completamente.
La
ignorancia
sobre
su
origen
familiar
genera
una
tensión
dramática
que
estructura
toda
la
obra.
En
ese
mundo
onírico,
el
tiempo
se
fragmenta
y
Juan
convive
con
la
tensión
de
lo
que
es
y
de
lo
que
podría
ser.
Emergen
entonces
los
Cronarcas
de
la
Historia,
símbolos
del
control
rígido
y
la
vigilancia
del
sistema
que,
como
en
1984
de
Orwell,
nos
dejan
bien
en
claro
que
la
opresión
no
es
solo
externa:
habita
en
nuestros
cuerpos
a
través
de
mecanismos
imperceptibles.
La
experiencia
escénica
se
vuelve
un
acto
de
desobediencia
coreográfica,
una
grieta
en
la
perfección
impuesta.
Pero
ese
viaje
no
es
nostálgico:
es
doloroso,
confuso
y
lleno
de
espejos.
¿Quién
decide
sobre
nuestros
recuerdos?
¿Qué
parte
de
lo
que
somos
podría
haber
sido
distinta
si
hubiésemos
desobedecido
a
tiempo?
El
tiempo
no
es
aquí
una
línea,
sino
un
campo
de
batalla.
Y
el
tango
no
es
refugio,
sino
lenguaje
para
atravesarlo.
Bailar
se
vuelve
resistencia:
un
modo
de
torcer
lo
que
parecía
escrito,
de
interrumpir
la
maquinaria.
Desde
lo
coreográfico
no
buscamos
“fusionar”
estilos.
Nuestro
lenguaje
escénico
nace
de
las
urgencias
del
cuerpo
y
del
relato.
Por
eso,
nuestros
bailarines
no
interpretan
una
historia:
la
encarnan.
La
llevan
al
cuerpo
como
se
lleva
una
carta
que
no
se
puede
entregar.
Son
cuerpos
que
aprendieron
a
desobedecer.
Nuestra
propuesta
se
materializa
en
este
cruce
entre
cuerpo
y
memoria:
desobedecer
no
es
solo
un
acto
simbólico,
sino
también
un
acto
de
belleza.
El
tango
ya
no
es
nostalgia,
sino
urgencia,
pregunta
y
conflicto.
Paralelo
Cruzado
no
propone
respuestas
definitivas.
Se
atreve
a
sembrar
preguntas:
¿Hasta
dónde
somos
capaces
de
cuestionar?
¿Cuánto
del
cuerpo
que
habitamos
nos
pertenece
y
cuánto
responde
a
mandatos?
En
la
fricción
entre
lo
impuesto
y
lo
deseado,
en
el
cruce
entre
memoria,
tanguedad
y
política,
nos
permitimos
imaginar
un
futuro
donde
la
resistencia
no
es
excepción,
sino
el
modo
más
genuino
de
habitar
el
presente.
Y
resistir
es,
a
veces,
simplemente
no
dejar
de
moverse.
Las
y
los
esperamos
a
partir
del
domingo
10
de
agosto,
todos
los
domingos
de
agosto
a
las
16,
en
Pompas
Club
de
Artes,
Av.
Brasil
2640,
Parque
Patricios.
Entradas
por
Alternativa
Teatral.
*Directores
de
Paralelo
Cruzado.