
A
los
28
años,
La
Ferni
decidió
comenzar
su
transición.
Años
después,
rompió
el
binarismo
en
Cosquín
al
enfrentarse
a
un
reglamento
que
no
permitía
inscribirse
como
“solista
femenina”.
Hoy,
con
su
primer
disco
solista
en
camino
y
el
lanzamiento
de
Volver
a
Volver
–versión
del
clásico
de
Gabo
Ferro–,
la
cantante
trans
no
binaria
acaba
de
tener
una
fecha
clave
el
8
de
agosto
en
el
Club
Atlético
Fernández
Fierro.
En
esta
entrevista
habla
con
profundidad
sobre
los
nuevos
caminos
del
folklore,
su
amor
por
la
lírica,
la
construcción
de
un
cancionero
disidente
y
la
potencia
transformadora
del
escenario.
—Después
de
Cosquín
y
Europa,
¿cómo
cambió
tu
forma
de
habitar
el
escenario?
—Crecí
mucho.
Aprendí
a
confiar
en
mí
y
en
la
potencia
de
esta
propuesta:
un
folklore
amoroso,
transfeminista,
disidente.
Que
haya
personas
que
me
esperan
en
Corrientes,
Córdoba,
Santiago,
Maimará
o
Cosquín,
que
ya
conocen
mi
versión
de
El
Arriero,
me
conmueve.
No
hay
límites
para
este
cancionero
colectivo
que
estamos
gestando.
Esta
propuesta
de
reversionar
los
clásicos
y
no
solamente
eso,
sino
de
cantar
nuevo
cancionero
que
está
componiendo
el
colectivo
disidente,
tiene
un
público
y
un
alcance
inconmensurable
y
no
tiene
límites.
Sigue
habiendo
una
repercusión
gigante
de
todo
lo
que
está
ocurriendo
y
yo
esto
lo
siento
cuando,
por
ejemplo,
viajo,
no
solamente
en
la
experiencia
España,
sino
cuando
tengo
ahora
la
posibilidad
de
ir
a
Corrientes,
Rosario,
La
Plata,
Córdoba,
Santiago
del
Estero,
Maimará,
el
Cerro
Colorado,
y
Cosquín,
nuevamente
ahora
en
octubre.
Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios
El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.
—¿Por
qué
elegiste
a
Gabo
Ferro
para
tu
primer
lanzamiento
del
disco?
—Gabo
está
en
mi
vida
hace
años.
Es
una
referencia
estética,
política
y
sonora.
Su
forma
de
cantar,
su
timbre
no
binario,
sus
letras,
todo
eso
me
marcó.
Volver
a
Volver
me
costó
tiempo
asumirla,
respetarla,
encontrarle
mi
vuelta.
Hoy
que
la
lancé,
siento
que
es
un
acierto
no
solo
mío,
sino
de
una
memoria
colectiva
que
lo
abraza.
—¿Qué
une
a
artistas
tan
distintos
como
Yupanqui,
María
Laura
Alemán
o
Susy
Shock
en
tu
repertorio?
—El
mensaje.
La
urgencia.
Estudio
mucho
y
elijo
canciones
que
digan
lo
que
yo
también
necesito
decir.
Escucho
qué
está
componiendo
el
colectivo
disidente,
busco
versiones
nuevas,
y
en
ese
camino
se
mezclan
clásicos
como
El
Arriero
con
zambas
de
Valen
Bonetto,
poemas
de
Joshua
o
canciones
que
compongo
con
Susy.
Es
un
nuevo
cancionero
popular
y
urgente.
—¿Cómo
dialogan
en
vos
la
cantora
lírica,
la
actriz
y
la
artista
popular?
—Durante
años
intenté
dividir
esas
Fernis,
pero
entendí
que
todas
conviven.
En
el
canto
popular
está
mi
formación
lírica,
mi
cuerpo
actoral,
mis
años
de
docencia.
Hoy
disfruto
del
belcanto
en
Ópera
Queer,
que
hacemos
con
mi
hermana
Luchi
en
El
Picadero,
pero
no
quiero
dejar
el
folklore.
No
quiero
pausar
lo
que
está
pasando
con
esta
música
que
habla
directo
al
corazón.
La
lírica
fue
mi
casa,
pero
el
folklore
es
mi
aire.
—¿Qué
debería
cambiar
para
quienes
recién
empiezan
desde
una
disidencia?
—Primero
cambié
yo.
Me
llevó
años
no
sacarme
el
esmalte
para
cantar
a
Yupanqui.
El
cambio
empezó
cuando
entendí
que
no
tenía
que
dejar
de
ser
yo
para
cantar
lo
que
amo.
Ahora
hacemos
nuestras
propias
peñas,
producimos
nuestros
espacios,
generamos
grillas
donde
hay
travestis,
maricas,
drag
queens,
lesbianas,
no
binaries.
No
espero
el
cambio,
lo
hago.
Para
que
haya
abrazos
donde
hubo
soledad,
para
que
nuestra
música
vuelva
a
ser
herramienta
de
felicidad
popular.
Movimiento
en
singular
J.Z.
El
primer
disco
solista
de
La
Ferni
no
solo
será
un
manifiesto
musical:
será
un
mapa
del
folklore
actual
contado
desde
las
voces
y
vivencias
de
artistas
del
colectivo
Lgbtiq+.
Compuesto
de
lanzamientos
mensuales,
el
álbum
tiene
como
eje
una
línea
estética-política
clara:
homenajear
y
amplificar
nuevas
subjetividades
que
componen,
reversionan
y
expanden
los
bordes
del
folklore
argentino.
Cada
tema
del
disco
está
cuidadosamente
seleccionado
y
en
diálogo
con
la
identidad
de
La
Ferni.
El
puntapié
inicial
fue
con
Volver
a
Volver
de
Gabo
Ferro,
artista
fundamental
para
entender
el
cruce
entre
lirismo,
política
e
identidad.
El
segundo
track,
en
camino,
es
una
canción
con
poema
de
Joshua
titulada
El
toque
del
pibe.
El
tercero,
una
zamba
de
María
Laura
Alemán.
El
cuarto,
una
obra
coescrita
con
Susy
Shock.
“No
fue
al
azar”,
dice
Ferni.
“Fue
una
decisión
ideológica.
Todas
las
personas
que
componen
son
mujeres,
diversidades,
identidades
no
hegemónicas.
Es
una
manera
de
escribir
un
nuevo
canon”.
Formada
en
el
Conservatorio
Astor
Piazzolla
y
en
la
UNA,
La
Ferni
canta
desde
la
técnica
lírica,
pero
con
la
emoción
de
una
cantora
popular
que
entiende
a
la
canción
como
herramienta
de
transformación
social.
“Mi
voz
es
una
síntesis.
Si
no
fuera
esa
mezcla
rara
entre
técnica,
emoción
y
vida,
no
sería
yo”,
afirma.
El
disco,
aún
sin
título
oficial,
tendrá
su
lanzamiento
completo
a
fin
de
año.
Mientras
tanto,
cada
nuevo
sencillo
es
un
acto
de
amor,
de
memoria
y
de
militancia
sonora.
Como
dice
ella:
“Una
canción
siempre
aparece
cuando
algo
nos
urge
decir.
Y
yo
tengo
muchas
cosas
por
decir
todavía”.