Que su familia está aprendiendo francés porque su carrera continuará en París Saint-Germain. Que Barcelona procurará convencerlo para que se quede a cualquier precio y para ello sumará a Sergio Agüero. Que Manchester City no se da por vencido en la puja por llevárselo. Que su cotización se desmoronó después del Mundial de Rusia 2018. Los diez días que Lionel Messi pasó fuera de la cancha fueron sazonados con el runrún que lo acompaña desde hace meses y recrudece a medida que se acerca el 30 de junio, día en que finalizará su contrato. Entre tanto barullo, Leo volvió y aportó un gol en la trabajosa victoria de su equipo 2 a 1 ante Rayo Vallecano que le permitió acceder a los cuartos de final de la Copa del Rey.
Un puñetazo en la nuca de Asier Villalibre en el último minuto del tiempo suplementario de la final de la Supercopa de España ante el Athletic Club de Bilbao había costado al rosarino la primera tarjeta roja en 753 partidos con la camiseta del Barça y dos encuentros de suspensión. El regreso fue mucho menos apacible de lo que se podía prever. Porque el Rayo, cuarto en el torneo de Segunda, no se la hizo sencilla al conjunto catalán, como había ocurrido la semana pasada con el Cornellà.
Los madrileños, que contaron con Esteban Saveljich y Oscar Trejo, se defendieron inteligentemente, procurando interrumpir lejos de su área los circuitos del equipo de Ronald Koeman en base a una presión desgastante. A eso le sumaron una buena dosis de suerte, ya que el travesaño se alió tres veces con el guardavalla macedonio Stole Dimitrievski para mantener virgen su arco. Como si las dificultades no fueran suficientes, el Rayo, que había accedido a esta instancia al eliminar al Elche de Jorge Almirón, golpeó en su primera llegada clara a los 17 minutos del complemento, cuando Fran García recogió un rebote que dio el brasileño Neto y empujó a la red a centímetros de la línea de sentencia.
El cachetazo sacudió la somnolencia de Barcelona, que necesitó solo un rato en velocidad crucero para reescribir la historia. Lejos estuvo de brillar, pero cuando apuró, marcó la diferencia. Cinco después de tanto de Fran García respondió Messi, que empujó en el segundo palo un centro de Antoine Griezmann. Fue el 18° tanto de Leo en 11 partidos ante el Rayo. Y a 11 minutos del final, en una jugada muy parecida, Frenkie De Jong clavó el 2 a 1 aprovechando un pase gol de Jordi Alba.
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De esta manera, los catalanes, muy alejados de la cima en la Liga (se ubican a 10 puntos del líder Atlético de Madrid), dieron un paso más en un torneo en el que ya no están en carrera ni el equipo de Diego Simeone ni Real Madrid. El otro certamen en el que mantienen expectativas firmes de conseguir un título es la Champions League: en los octavos de final deberán medirse con París Saint-Germain.
En los otros partidos de los cuartos de final de la Copa del Rey que se disputaron el miércoles, Sevilla, con Marcos Acuña, goleó 3 a 0 a Valencia y el Almería de Lucas Robertone le ganó por penales a Osasuna (Facundo Roncaglia fue titular y Jonathan Calleri entró en el tiempo suplementario) tras igualar 0 a 0. El martes habían avanzado Villarreal, que venció 1 a 0 a Girona; Levante, que superó 4 a 2 a Valladolid; y Betis, que batió 3 a 1 a Real Sociedad. El jueves completarán Alcoyano-Athletic de Bilbao y Navalcarnero-Granada.