Si
alguien
echaba
de
menos
a
Bolasie
y
no
sabía
dónde
estaba…
ya
lo
sabe.
El
congoleño,
después
de
triunfar
en
el
Crystal
Palace
y
pasar
por
Everton,
Aston
Villa,
Sporting
de
Portugal
o
Rizespor,
entre
otros,
marchó
a
Brasil
en
un
movimiento
inédito.
En
el
Criciúma,
equipo
que
marcha
en
mitad
de
tabla
en
el
Brasileirao,
parece
haber
recuperado
su
forma
y
finura
futbolística.
Hasta
tal
punto
que
se
atreve
con
esas
virguerías
que
le
hicieron
un
jugador
de
culto
a
nivel
internacional.
Esta
vez,
para
sorprender
una
vez
más,
se
inventó
un
regate ‘a
lo
Michael
Jackson’:
vuelta
sobre
sí
mismo.
Sin
tocar
el
balón,
el
congoleño
intentó
distraer
a
sus
rivales,
que
lo
acabaron
frenando
en
una
conducción
posterior
dirección
a
área
rival.